La vuelta al gimnasio

Marzo es el mes en que todo comienza de nuevo. Ya no hay vacaciones masivas, las escuelas comienzan a dictar clases, el trabajo se intensifica ... Todo comienza otra vez.

Y como no puede ser de otra manera, hay que bajar esos kilitos ganados por la cerveza consumida en las noches de verano.

Entonces volvemos a armar la mochila, ojotas, shampoo, toalla,  short, remera y zapatillas. Y cancelamos todos los almuerzos que nos quedaron pendientes para despedir el año, porque es momento de comenzar nuevamente el gimnasio.

Y para allá salimos a la hora de almuerzo con nuestra mochila sin pensar que hace 3 meses, que el mayor movimiento que tuvimos fue el de presionar el botón en el control remoto de la tele.
Comenzas a tomar conciencia que ha pasado tiempo, cuando saludas amistosamente al del vestuario y te da el número con un HOLA seco y corto.

Ya cambiado y con la botellita de agua en tu poder, te subis a la cinta e intentas correr lo mismo que corrías en Noviembre, siguiendo el ritmo de la rubia que esta al lado... a los 3 segundos te das cuenta que es imposible! Y bajas la velocidad con disimulo hasta que terminas con una marcha rápida tan afeminada como cuando subis al elíptico.

La botella de agua ya esta vacía y tu remera pegada al cuerpo, indican que es hora de bajarte.... pero solo pasaron 10 minutos de tu ingreso al gym...

Bajas las escaleras pidiendo perdón por los dias ausente del centro de entrenamiento y te duchas, para continuar con tu trabajo diario.

En la oficina te espera un tarde movidita de reuniones y una triste ensalada de frutas que completan el día Light!

Con un tirón en el gemelo derecho y el resto de los musculos de tu cuerpo entumesidos, caminas como John Wayne rumbo a la oficina...

El deporte sin duda es salud! ... Pero estoy segura que es para la salud del dueño del gimnasioooooo!